desde 1924, camino al centenario
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1924

1924

Con un ladrillo comienza esta historia


En 1935 nace Don Remo Ricardo Bortolutti, presidente de La Elena S.A.
Su padre, oriundo de Udine había llegado de Italia junto a tres amigos escapando de la guerra. Juntos recorrieron el interior del país en busca de trabajo hasta dar con un campo que necesitaba construir un chalet de ladrillos.
Esos son fueron los primeros ladrillos fabricados por Don Augusto Bortolutti, que en 1924 se convierten en su oficio.

1943

1943

Ladrillo a ladrillo


Don Augusto Bortolutti se muda a barrio moderno y trabajaba ahí como peón hasta que logra comprar dos hectáreas de campo.
En los 10 años siguientes, adquirió dos predios más para instalar más fábricas de ladrillos de barro.
En 1943 fue donde Don Remo a sus 8 años y su hermano Pío comenzaron a trabajar en la empresa y aprender del oficio junto a su padre.

1945

1945

Somos parte de la historia de Rosario


En 1943 no solo plantan base, ese mismo año La Elena S.A fue quíen abasteció con ladrillos a la obra original del Monumento Nacional a la Bandera. Siendo líderes en Rosario y toda la región, seis décadas después, volvió a ser la encargada de abastecer nuevamente con materiales para la última refacción a este ícono maximo de los rosarinos y momumento historico visitados por turistas de todas partes del mundo. Uno de los crecimientos significativo de la empresa fue cuando en 1945 se compra el primer camión: un Dodge 46 que permitió trasladar los ladrillos hacia el centro de la ciudad y abandonar los caballos y los carros utilizados hasta entonces.

1948

1948

El inicio de nuestro predio actual


Cuando Don Remo cumple 13 años, se adquiere el predio actual de La Elena S.A en Avenida Presidente Perón y Circunvalación. En ese entonces funcionaba como almacén de ramos generales, donde vendían de todo. Era el único lugar con teléfono en kilómetros a la redonda, utilizado por vecinos y comercios de toda la zona.

1965

1965

En continuo crecimiento


Mientras los hornos de ladrillos en los otros predios de la empresa seguían produciendo, el almacén siguió trabajando y se fueron comprando todos los terrenos linderos en simultáneo, para comenzar a comercializar leña, carbón y carbonilla, fundando así el Depósito Bortolutti. El segundo camión fue un Ford 600, para luego sumar un Bedford ‘62 gasolero. Estas adquisiciones permitieron abaratar viajes para buscar leña al norte y como el negocio cada vez crecía más, se adquirió un acoplado para duplicar la carga en cada viaje. La leña y el carbón que traían desde el norte en grandes piezas que fraccionaban con sierras sin fin en el Depósito Bortolutti Hnos la vendían en todo Rosario. Cines, bancos, empresas, teatros, industrias y hoteles las compraban como medio de calefacción para calderas en esa época. En el mismo predio sumaron una báscula, que también la alquilaban como servicio a vecinos. Llegando al año 1965, Don Remo implementó la maquinaria en los pisaderos para la fabricación de ladrillos. Se cambiaron los caballos y la mano de obra humana por un tractor con cuchilla para trabajar la tierra, lo cual ahorraba mucho tiempo y dinero. También se prestaba servicio a otros hornos ladrilleros de la zona con los tractores. Tras la compra del primer tractor, en los años siguientes se llegó a contar con cinco de estas unidades. Para complementar eso, se incorporó más maquinaria para la carga y descarga, tarea que hasta entonces se hacía a mano. Se sumaron los montacargas en la década del ‘70, lo que agilizó el trabajo y bajó costos operativos.

1980

1980

De “Pío y Remo Bortulutti hermanos” a “La Elena S.A” en honor a su madre


En los inicios de los ‘80 apareció la generalización del IVA, lo que obligó a Don Remo y a Pío a buscar mercadería que saliera de fábrica con este impuesto incluido. Fue ahí que empezaron a comercializar piedra, que en ese momento llegaba en tren y cemento con el que encontraron buena demanda. Respecto a este último producto, aparecieron competidores en Rosario con precios más económicos. La solución que encontró don Remo para ganar competitividad fue la de comprar de gran volumen de cemento a un precio menor, para de este modo embarcarse en la distribución de éste y otros materiales al por mayor. A los pocos meses de emprender esta estrategia comercial, la firma logró posicionarse como líder de la región en la venta de cemento. Entre 1982 y 1990, tras volverse los principales vendedores de la región, comenzaron a incorporar otros productos para resolver a los clientes todas las necesidades en un mismo lugar. Cemento, hierros, arena, piedras se fueron sumando hasta llegar a tener todos los materiales de la construcción qué hoy en día se siguen vendiendo. En 1989, la sociedad de hecho llamada “Pío y Remo Bortolutti Hermanos” cambió su razón social a La Elena S.A. El origen del nombre La Elena surgió de la madre de Remo y Pío Bortolutti, llamada Elena Bortolutti. Desde 1986 y durante la década del ‘90, la empresa siguió creciendo, comprando más terrenos linderos y construyendo galpones para almacenar más mercadería y poder distribuirla. Nuevas tecnologías y maquinarias se incorporan a la empresa. Se instaló un puente grúa, lo que permitió empezar a manipular y mover hierros, mallas y todo tipo de materiales pesado. También se suma la dobladora de hierros, maquinararia que facilita el traslado de este material. Esto aceleró los procesos y optimizó el tiempo de trabajo. En 1998 se fundó Devol S.A en sociedad con la empresa Milicic S.A., una unidad de negocios de La Elena SA ajena al rubro principal, donde se representa y comercializa camiones Volkswagen. Esto permitió acelerar el crecimiento de la flota de vehículos propios con camiones y buses de la firma alemana: mientras en los inicios de los ‘90 La Elena S.A contaba con seis unidades propias, llegando al 2000 esto se duplicó y se sumaron dos palas cargadoras. En 2001, pese a la fuerte crisis económica nacional, se siguió trabajando y se mantuvo su estructura sin efectuar despidos. Aprovechando la lenta reactivación comercial, realizó obras internas en sus instalaciones, pavimentando la totalidad del predio. Con el tiempo, la estructura se fue aggiornando a los nuevos métodos de distribución de materiales con la aparición del sistema de paletización. Esto los obligó a dotarse de camiones con hidrogrúa, montacargas y palas cargadoras para facilitarles a los clientes la descarga de la mercadería sin la utilización de maquinaria o personal propio.

2022

2022

“Solida trayectoria”


En las primeras dos décadas del siglo XXI, se fue acompañando el crecimiento constante con un surtido de productos que abarcan la obra gruesa en su totalidad, incluyendo hormigón elaborado y también terminaciones, como griferías, sanitarios, cerámicos y revestimientos. Así mismo también se creó una unidad de negocios para participar en el sector inmobiliario con el nombre de La Elena Inversiones. Hoy en día siguen siendo referentes en el rubro, líderes en la ciudad de Rosario y toda la región. Con constante crecimiento y proyección para las próximas décadas, participando activamente la tercera y cuarta generación de la familia, todos profesionales encargados de gerenciar la empresa. Casi un siglo atrás, Don Augusto Bortolutti inicio esta empresa familiar cocinando ladrillos de barro y hoy en día La Elena S.A tiene los más modernizados sistemas comerciales de venta y distribución de toda región. Es así que esta importante historia con gran presente y prometedor futuro se conjugan con la  sólida trayectoria que respalda ese camino al centenario de La Elena S.A.

2024

CAMINO AL PRIMER CENTENARIO

2024